lunes, 23 de abril de 2012

A TU ELECCION Por Antonio De Marcelo Esquivel


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  • Acosta Chaparro, general o mercenario
  • La tiendita de la esquina contra el malvado Wal Mart
Justo en la entrada de ambulancias de la Cruz Roja de Polanco, entre ésta y el Centro de Comunicaciones, estaban paramédicos de muchos años enfrascados en una discusión: si Mario Arturo Acosta Chaparro era o no General, y mientras uno aseguraba que salió absuelto y por ello recibiría honores como militar, el otro tenía sus dudas e indicaba que sería enviado a la tumba como cualquier otro por haber sido degradado en algún momento de su vida, por las acusaciones que le se hicieron de tener nexos con el cartel del “Señor de los Cielos”. El debate banquetero se desarrollaba mientras la muerte de este hombre se esparcía como reguero de pólvora, al grado que el Procurador General de Justicia del Distrito Federal salió la noche del viernes pasado a dar una conferencia de prensa, aunque sin datos mayores que el lugar de la muerte y las diligencias comunes. Quizá el mismo procurador hubiera tenido más detalles de haber estado en la esquina de Lago Trasimero y Lago Como, en la colonia Anáhuac, donde un hombre en chanclas decía haber visto bajar a los matones de la moto, dejarla andando y llegar hasta el general en retiro, a quien dieron tres tiros para luego marcharse. Muchos ya ni se acuerdan quién era Acosta Chaparro, otros prefieren olvidarlos y los más jóvenes ni siquiera tienen idea del tamaño de este personaje, por eso prefieren que sus villanos favoritos se llamen Felipe Calderón, Carlos Salinas, Andrés Manuel y en último de los casos hasta Gerardo Fernández, todo porque las nuevas noticias van desplazando a las viejas y la historia poco a poco va quedando sepultada entren la dinámica de la inmediatez y el olvido del qué va a pasar mañana, tal vez por eso es justo recordar que Arturo Acosta Chaparro, lideró lo que es conocido como grupos paramilitares, o lo que es lo mismo bandas de mercenarios, cuya única misión fue la de desaparecer gente, aunque esta parte de la historia siempre será parte del oscuro México de los años 70, y se prefiere recordar solo que al tal Acosta Chaparro se le acusó de  tener vínculos con el llamado Cártel de Juárez, específicamente con el Capo Amado Carrillo Fuentes, con redes hasta sur América, lo que le trajo una sentencia de 16 años en una prisión militar, de los cuales cumplió menos de la mitad, junto con su degradación, aunque un tribunal dijo que no había pruebas suficientes, es decir lo declaró inocente y obtuvo su libertad y su grado, que conservó hasta que fue ultimado de tres tiros la tarde del pasado viernes, aunque fue velado y enterrado en completo hermetismo.
LA TIENDITA DE LA ESQUINA CONTRA EL MALVADO WAL MART
Otra vez tuvo que ser alguien de fuera quien vino a abrirnos los ojos, o al menos al confirmar lo que todos nos imaginamos, pero que estamos empeñados en creer que es solo un mito fantástico, claro que otra cosa había de ser, pues la corrupción en la que están embarrados desde muy altos funcionarios hasta empleadillos de poca monta, pues el dinero cumple con la ley de la gravedad, al ser una miel que escurre desde arriba hasta abajo. La denuncia ya había sido presentada, han sido miles de dueños de tienditas que aseguran los ha matado la competencia desleal de la grandes cadenas comerciales y sin importar que estas enormes tiendas aplasten a las chiquitas, son abiertas hasta en los rincones más apartados. Quien ha puesto el dedo en la llaga es el diario estadounidense The New York Times, al identificar a Eduardo Castro-Wright, ex director Wal Mart  México, como el hombre detrás de millones que habrían sido entregados como regalo a funcionarios deshonestos que permitieron la instalación y apertura de miles de centros comerciales. Dice el reportaje de este diario que los sobornos habrían alcanzado los 24 millones de dólares, según se descubrió por un ex empleado de esta cadena, Sergio Cicero Zapata, ex abogado de bienes raíces de Wal-Mart, que por alguna razón decidió hacer púbico el cómo Wal Mart desarrolló su estrategia de expansión, aunque de acuerdo a esta publicación, el ex ejecutivo aportó nombres, fechas y hasta cantidades, aunque hasta ahora se desconoce si las declaraciones de este hombre contienen nombres, por lo que muchos, muchos funcionarios o ex funcionarios ya deben haber perdido la tranquilidad que compraron con la ejecución de miles de tienditas que fueron construidas con el sudor de generaciones de hombres y mujeres trabajadores que dejaron sus vidas entre estantes, latas, quesos y refrescos.

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