De Reporteros.
A unas horas de que se lleve a cabo en Iztapalapa una de las representaciones más grandes de todo el mundo sobre la Pasión y Muerte de Jesús, este Jueves Santo unas cuatro mil personas se sumaron a la Procesión, de los cuales solo 150 son actores, mientras que el resto fueron vecinos que se sumaron por cuenta propia.
De esta manera la 169 representación de la Semana Santa continúa en estos ocho barrios al Oriente de la capital del país, desde donde se da a conocer al mundo este pueblo lleno de fe y religiosidad.
Ahí no importa ser un gran actor, solo tener las ganas y la preparación espiritual que se necesita, quizá algunas prendas rojas o moradas, huaraches al estilo romano, casco si se puede, una lanza de palo y a seguir al Cristo.
En esta procesión de Jueves Santo, al frente iban unas 24 personas con trompetas que abrían paso, mientras que atrás caminaba Jesús con su barba y su cabello crecido, quien recorrido varias calles de estos barrios para llegar al Santuario del Señor de la Cuevita, para continuar en lo que se conoce con la visita de las siete casas.
Por la noche los actores escenificaron la última cena en que se reúne Jesús con sus doce apóstoles, y donde anuncia no solo la negación que de él hará Pedro, sino la entrega de Judas y su aprehensión.
Ante miles de vecinos de estos barrios, así como turistas locales y extranjeros, estos actores mostrarán pasajes de la última noche con Jesús, que lava sus pies, aunque luego es apresado tras ser señalado por Judas Iscariote con un beso, para ser apresado.
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