domingo, 8 de enero de 2012

Día sin pantalones en el metro

Foto cortesía: Pepe Melton.

Antonio De Marcelo Esquivel.
Hace al menos un año llegó a México una propuesta que pretendía masificar un suceso para atraer la atención de la ciudadanía sorprendiendo en espacios públicos, se llama flashmob, en el cual un grupo de ciudadanos decidió quitarse los pantalones en el metro.
Así en el año 2011 jóvenes y no tanto, hombres y mujeres se sumaron a la propuesta, lo que dejo a más de uno con la boca abierta.
Fue de esta manera que ahora en 2012 fueron muchos más aquellos que decidieron que nadie trajera los pantalones, lo que causo estupor en más de uno o una quienes sonrojados se bajaron del metro, mientras que otros ni les importó.
 Las personas que decidieron participaron se organizaron en pequeños grupos de no mas de 20, quienes abordaron como sin nada las estaciones del metro desde antes del medio dìa, y ya dentro se despojaron de sus pantalones.
Se trato de apoderarse de este espacio del transporte público, de manera que ya sin pantalones viajaron mientras leían algún libro, escuchaban música o simplemente conversaban como si todo fiera tan normal.
En tanto el resto de pasajeros buscaban a todos lados como si quisieran hallar alguna cámara escondida o  algún conductor de tele les dijera: se trata de una broma, pero no, así que simplemente sonreían al ver a los disimulados encuerados que sentados o de pie viajaban.
Este ejercicio sorprendió a muchos, quienes pudieron admirar lo mismo chones nuevos que otros con más tiempo de uso, desde boxer hasta los descarados que llevaron trusa de algodón, unos con piernas bien ejercitadas hasta los que sin importar sus nalgas caídas lucieron sin pantalón y sin pena.
Aunque quienes si arrancaron suspiros fueron las damas, que en vikini, boxer, cahetero, short o calzón de abuelita se hicieron una con el movimiento y también se despojaron del pantalón en pleno metro.
La toma de este espacio no duró mucho, sobre todo porque en esta ciudad de México andar sin pantalón equivale a una multa y ser llevado ante un juez calificador por faltas a la moral, por ello es que  los participantes solo viajaron en el metro con dirección al Zócalo de la Ciudad de México.
Ahí los organizadores les pidieron volver a ponerse los pantalones, pero como muchos de ellos estaban tan cómodos pues no lo hicieron y se fueron caminando por algunas calles, principalmente por Madero, donde ingresaron a algunos comercios en esas fachas para sorpresa de clientes y vendedores.
Ahora será el año que entra cuando se repita este movimiento, si antes no se les ocurre uno diferente, pues la población mexicana esta muy dispuesta a cualquier cosa que sea quitarse la ropa, como lo demostró la convocatoria de Spenser Tunik, el llamado para viajar desnudo en bicicleta y este flashmob donde se dice participaron unas cinco mil personas en toda la ciudad.

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