domingo, 22 de enero de 2012

A TU ELECCION


Antonio De Marcelo Esquivel
Sopa: Un intento de censura a nivel mundial


Tengo la fortuna de poder contar que mi vida ha transcurrido entre dos siglos tan diferentes uno del otro, el primero marcado por una revolución armada que no dejo resultado alguno, o casi no dejo nada, salvo un sistema político y de partidos caduco, y el segundo por que me llevó de la mano por el mundo de la tecnología. Mi primera computadora la compre con la venta de mi primer auto. Por supuesto venía con una cuenta a internet de prueba, así que de inmediato empecé no sin cierto miedo a viajar por la carretera cibernética, en este proceso aprendía con amigos los beneficios de poder acceder a canciones, películas, documentales, libros y ya con más confianza y un poco de conocimiento a diversos programas que de otra manera no hubiera conocido, probado y hasta comprado, porque entonces el internet vivía con ese espíritu de libertad con que nació. Cuento toda esta historia, porque la semana que recién terminó quedo marcada por un sucedo que de concretarse sentenciaría a muchas generaciones a otra edad del oscurantismo, justo cuando la mayor necesidad es una sociedad del conocimiento. Ley SOPA y PIPA que son las dos propuestas de ley para detener la piratería y de protección a la información personal. Por fortuna ambas leyes se hallan congeladas por el momento, ni sin que el FBI haya bajado de la red una de las páginas de mayor flujo de información e incluso haya cruzado el planeta para ir por los autores de este esfuerzo. La respuesta fue un apagón, al que se sumó Wikipedia en su versión en ingles y más de siete mil sitios. Pero no perdamos de vista que esto solo contuvo ambas leyes por un momento, pues se dice que hay un acuerdo internacional que busca regular el uso de la propiedad intelectual. Ahora bien, la pregunta es cuánto cuesta en verdad un sofware, cuál es su costo, de ser vendido y en qué momento se termina de pagar, pues a leguas se puede ver que por una parte se trata del maldito dinero, el proteger los intereses de quienes reciben millones y millones y no se cansan de hacerlo sin importar que el mercado divida a la humanidad entre los adinerados y los que nada tienen, los que controlan a través de los intereses y los soñadores que creemos aún que el conocimiento no tiene porque tener un precio.   
Será una batalla larga, que apenas comienza entre quienes dicen proteger los derechos de autor, contra los millones y millones de usuarios de la red que solo buscan el intercambio de conocimiento.
Este intento de censura se ha extendido tanto, que en México, Federico Doring, político del derechista Partido Acción Nacional (PAN), pretendió impulsar una ley que regularía lo que se sube o baja en internet, por fortuna la raza twittera le criticó tanto que desistió de esta abominación, lo que no quiere decir que no lo intente de nuevo.
Quizá es que ante las evidencias de que grandes movimientos del siglo XX que han derribado gobiernos, hay quien teme al poder de la masa popular y busca frenar el despertar de un ser que hasta ahora desconocía el poder de la unidad que por lo pronto encontró de manera virtual. (massangre@yahoo.com.mx)  

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