Antonio De Marcelo Esquivel.
- Mega obras que unen pueblos.
- Estela de luz obra que une oscuros sentimientos.
Tal parece que los cálculos, las previsiones y la administración definitivamente no son el fuerte del gobierno que encabeza el presidente Felipe Calderón, así lo pusieron de manifiesto dos magnas obras, con costos altísimos, aunque una con mayor utilidad práctica que la otra.
Se trata nada menos que del Puente Baluarte, una construcción de 1.124 metros, la más grande en su tipo a nivel mundial, cuyo costo se incrementó de 1.300 millones de pesos a más de dos mil millones por el alza de insumos y ajustes inflacionarios.
Será hasta febrero cuando sea terminada esta obra, que ya cuenta con el récord Guinness por su tamaño al unir los estados de Durango y Sinaloa con el puente atirantado más alto del mundo, y 80 metros más alto que la torre Eiffel de París.
Sin embargo técnicamente tiene mucho que reconocérsele a esta obra ubicada en la Sierra del Espinazo del Diablo, que cruza la Sierra Madre Occidental, cuenta con 1,124 metros de longitud soportados por 152 tirantes de acero, un claro central de 520 metros y cuatro carriles de circulación suspendidos a una altura de más de 400 metros.
Al contrario, del puente que servirá para unir pueblos, este sábado pasado, prácticamente en lo oscurito fue inaugurada la llamada Estela de luz: una enorme estructura que fue entregada con 450 días de retraso y un gasto de 1,035 millones de pesos.
Así mientras el puente Baluarte unirá pueblos, esta Estela de Luz unió oscuros sentimientos, de ciudadanos que coinciden en que solo es un monumento a la corrupción y el despilfarro en un pueblo sumido en la pobreza, ignorante e ignorado.
La Estela de Luz debía ser emblema de una nueva era para México, dijo el Presidente al darla por inaugurada, pero al contrario el sentimiento entre el pueblo es que es una representación de la corrupción.
Y claro como no pensar mal, si ha sido entregada con un año y tres meses de demora y con un costo que creció cuatro veces lo originalmente proyectado.
Aún así este sábado pasado el presidente y su esposa Margarita Zavala colocaron sus manos en una de las columnas y esta se iluminó escuchándose el latido de un corazón, aunque ni con eso el pueblo mexicano se emocionó, pues no fue invitado a este evento, donde solo los ricos y amigos de funcionarios del gobierno federal pudieron gozar de esta fastuosa, pero privada, fiesta de música, juegos pirotécnicos, globos y poesía.
El presupuesto original eran 280 millones de pesos, pero todo subió y se gastaron 1,035 millones de pesos, mucho dinero en un pueblo donde hay hambre, pero poca conciencia de clase, porque pocos muy pocos reclamaron por este atraco en despoblado, solo unos cuantos y eso para pedir que la Estela de Luz se un monumento a los ciudadanos caídos bajo las balas del crimen organizado, como si no fuera suficiente la manera de perder la vida para ser recordado.
COLUMNA PUBLICADA EN www.chicagonoticias.com
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