domingo, 29 de enero de 2012

JUEGO PRIMARIO

Por Toto
 
·        Respeto
·        Limitados
·        Reconocimiento
 
Primer tiempo
 
El juego del morbo en el Estadio Olímpico Universitario se convirtió en un aburrido empate a ceros, porque los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) no se atrevieron a ofender a las Chivas Rayadas del Guadalajara. No fuera a ser que el gigante despertara.
Pumas respeto de más a un inoperante Guadalajara, que por un instante pudo sacar el resultado del Pedregal de San Angel, pero Erik “Cubo” Torres aún no sabe dónde queda la portería contraria.
Al equipo del Pedregal le falto decisión y ambición, y ello le dio su primer punto del torneo al Rebaño Sagrado, que no termina de conjuntarse, son once hombres que se olvidaron de que son equipo.
Y es que el futbol es un deporte de conjunto, y la victoria sólo se logra cuando once hombres abrazan la misma bandera.
Con este encuentro Pumas festejó sus 50 años en Primera División, para lo cual uso una playera “carísima”, y se rindió un homenaje en la cancha a los hombres que lograron la hazaña.
Ni siquiera para el anecdotario quedó el juego, porque los actuales jugadores de Pumas jamás se decidieron a ir por la victoria, preocupados en no perder.
 
Segundo tiempo
 
Los jugadores de Chivas han quedado exhibidos. Pues el futbol como todo en la vida requiere compromiso, corazón y esfuerzo.
Marco Fabián no da muestra de ser el hombre que necesitan las Chivas en la media cancha, y Patricio “Pato” Araujo no es el líder que ganó el Mundial Sub-17 en el 2005.
Estos hombres se ven caprichosos y volubles; mucho trabajo tendrá Ignacio “Nacho” Ambriz, “el nuevo pastor”, quién al llegar a la dirección técnica de Chivas declaró que se ganó la lotería.
Pero además de tener como misión conjuntar un equipo, que debe ser ganador y espectacular, tendrá que lidiar con un dueño ocurrente y metiche.
Es curioso que a un grupo de hombres que se les mandó incluso a Colombia para tomar clínicas de superación personal, fracasen de manera repetitiva y no sean capaces de conjuntarse.
 
Tiempo extra
 
Entre tanto aburrimiento, al final llamó la atención el reconocimiento del que goza el rector de la UNAM, José Narro Robles que en el exterior del estadio, como es su costumbre atendió a todo aquel que deseo tomarse una foto con él.
Y no es común en México que una autoridad camine entre la gente, sin escoltas, y además sea reconocido por su trabajo. En hora buena por el doctor Narro.
Hasta la próxima paisanos.

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