jueves, 5 de junio de 2014

Alerta Amber y las asociaciones mexicanas


Antonio De Marcelo Esquivel
México a En los inicios de mi carrera periodística me tocó el caso de la niña Dianita Cortés Carrizales, una pequeña de unos seis años de edad, cuya madre la mandó a comprar las tortillas a una cuadra de su casa, incluso su padre la miraría desde su auto que limpiaba en esa tranquila calle de la delegación Coyoacán; más de pronto no vio más a la menor y aunque acudió a buscarla fue como si se la hubiera tragado la tierra, hubo quien afirmó haber visto como la subían a una camioneta pero nada en claro, su madre, la señora Lourdes Carrizales por supuesto sufrió la indecible y la buscó por cielo mar y tierra, aunque con nulos resultados, otras madres de familia en la misma situación se unieron a la búsqueda y al esfuerzo con la idea de hallar a sus seres queridos, que también fueron tragados por esta urbe de los años 90. Con los años la mamá de Dianita decidió retirarse de la vida pública y seguir su lucha sola; Por entonces la señora Elena Solís contrató a una insistente mujer que le pedía trabajo allá por la colonia Portales, días después se marchó la mujer llevándose a la nieta de doña Elena, un caso más en que buscó el apoyo de las autoridades, aunque como siempre poco resultado tuvo, de manera que se convirtió en detective privada hasta que halló a su nieta, la cual en efecto estaba en manos de una mujer allá por los rumbos de Tláhuac hacia el oriente de la Ciudad de México.  Consciente del dolor que es perder un hijo doña Elena hizo la Fundación de Niños Robados y Desaparecidos, para la búsqueda de personas desde niños, niñas hasta adultos. Muchos de estas personas desaparecidas son lo que las autoridades llaman sustracción, es decir que el padre o la madre después de una separación se “roban a los hijos”, aunque esta figura no está tipificada como tal en la ley, en otros casos se trata de verdaderos robos de menores para adopción o para esclavizarlos y pese al trabajo de las autoridades la suma crece de manera exponencial en todo el país, una república que ha sido recorrida por doña Elena Solían con o sin ayuda hasta encontrar a personas de todas edades que han desaparecido, cada una con una historia. En este devenir las madres que buscan a sus hijos parece que luchan solas y únicamente con su esfuerzo y recursos logran resultado. En este contexto se ha dado a conocer la aparición del sitio oficial de la Alerta Amber, un esfuerzo internacional para la búsqueda de personas, que ya dio resultado, sin embargo es importante no olvidar a todos esos ciudadanos que en México se han convertido en detectives porque no hallan respuesta en las autoridades cuando de denunciar una desaparición se trata y que por cierto han sido abandonados siempre.
@Antoniodemarcel
www.dereporteros.com

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