viernes, 16 de marzo de 2012

La silla del Papa, una obra artesanal


De Reporteros.
Entre los últimos detalles en el estado de Guanajuato, para recibir al Papa en unos días, está la silla que diez hombres realizan totalmente a mano para  que descanse el Santo Padre.
Se trata de una pieza totalmente artesanal que trabajan una decena de artesanos liderados por José Cruz González y Ángel González, quienes desde tiempo atrás empezaron la talla de caoba chiapaneca, con el fin de darle forma.
Estos artesanos aseguran que han incluido detalles de estilo florentino y renacentista, para lograr una pieza única hecha totalmente a mano.
La silla destaca por los dos leones colocados en los descansa-brazos y el escudo del vaticano, colocado en la parte de atrás.
Para llegar a este fin tallaron las 24 piezas poco a poco hasta darles forma, mientras en las calles de esta ciudad de León, Guanajuato se hacen otros trabajos para tener todo listo a la llegada del Vicario de Cristo, que visitará unas horas nuestro país, aunque sin llegar a la Ciudad de México.
Pero aparte de lo que pueda ocurrir en la calle, dentro de este humilde taller los trabajadores no dejan de tallar la madera con amor y sin prisas, de manera que el Papa, Benedicto XVI este a gusto en esta silla.
Debido a la importancia del Papa, la silla donde se posará será bañada en sus filos con oro de 24 kilates completamente incluidas sus flores talladas y el escudo, de manera que pueda no solo servir para el descanso, sino para admiración del trabajo de los artesanos mexicanos en el mundo.
La silla fue mandada a construir por la arquidiócesis de León,  a Cruz González, que con 55 años de trabajar la madrea, asegura que el remate de toda una vida de trabajo será hacer la silla para el Papa.
Por ello trabajó hasta doce horas diarias, al considerar que ha sido afortunado por trabajar para el Santo Padre, no importa que a la partida de esta personalidad quede solo para admiración de los leoneses en el Museo de Arte Sacro de la catedral.
Son 65 por 78 centímetros de madera labrada en honor al Papa, por lo que sienten es una bendición para este taller que fue iniciado por su padre que hoy tiene 88 años de edad.

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