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Antonio De Marcelo Esquivel.
- Carta de AMLO al Papa, un acto de campaña, por donde se le vea.
Pues todo hace indicar que la personalidad mesiánica que adoptó hace tiempo Manuel López Obrador continúa debajo de esa piel amorosa que pretende mostrar, pues a unas horas de presentarse a la misa que ofrecerá el máximo jerarca de la iglesia católica en León, Guanajuato, envió una carta, que dice es “a nombre de millones de mexicanos”.
Se trata de una misiva que afirma “no pretende describir a detalle los males que aquejan a México”, sino expresar su “proyecto alternativo de nación”.
Y con ella asegura que "La insensatez y codicia dieron lugar a la actual crisis de inseguridad y de violencia.
Aún más, en un acto que se supone es meramente religioso, acusa que por esta causa, en los últimos 5 años han perdido la vida alrededor de 60 mil mexicanos, sin considerar a los desaparecidos, con el dolor tan grande que atormenta a sus familiares.
Así lo sostiene, el mismo que en campañas pasadas acuso a otros de campaña adelantada, de inequidad y de ser apoyados por la “mafia del poder”.
La carta al jefe del estado vaticano dice que es a nombre de millones de mexicanos de la organización que lo impulsa, aunque solo alguien que desconoce la política interna del país podría creer y caer en la trampa linguística de este aprendiz de zátrapa.
El candidato presidencial del PRD hace una descripción de lo que ocurre en el país en materia de violencia y resalta la presencia del Papa Benedicto XVI, al decir: “Llega usted en uno de los momentos más difíciles y duros de nuestra historia. Son tiempos de sufrimiento y desdicha”.
Este hombre de dijo hasta el cansancio haber abrevado del pensamiento de Juarez , hoy no solo se presenta a un acto meramente religioso, sino que aprovecha el momento para hablar de su “proyecto de Nación”, luego de confirmar que este domingo acudirá a la misa programada.
lo peor no es que haya enviado una carta, sino que la hizo pública, y eso es en si mismo un acto de campaña adelantada, aunque como ha navegado con su bandera de “IFE dime que debo hacer o no” es seguro que en sus absurdos argumentos dirá que fue una carta privada, que claro contiene todo un discurso en que ataca a sus oponentes y pretende hacer parecer que retoma los principios católicos cuando dice: "Conociendo su sensibilidad ante estos problemas, es nuestro deber informarle que los responsables de esta inhumana y terrible tragedia no han sido capaces ni siquiera de aceptar que la pobreza y la falta de oportunidades" y agrega: "Por el contrario, con una insensibilidad extrema, están empeñados en mantener, a costa de lo que sea, el actual régimen de injusticias, corrupción y privilegios y pretenden resolver este flagelo sólo con medidas coercitivas. Es decir, enfrentando la violencia con la violencia, el mal con el mal, causando aún más desgracias y agraviando los sentimientos más humanitarios que hay en el fondo del alma del ser humano, creyente o no creyente".
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