Por Antonio De Marcelo Esquivel.
No ha sido uno ni dos, tampoco se trata de ataques a integrantes de la comunidad universitaria, pero preocupa ya el número de personas que han muerto, entre ellos un ex estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras, luego otro en Tlatelolco, y ahora un investigador en Morelos, de los tres en ningún caso hay detenidos.
Y apenas hace poco se anunció que 13 mil cámaras vigilan esta ciudad, pero hasta hoy ni Miguel Angel Mancera, ni el jefe de Gobierno dicen: "esta boca es mía", pese a que el joven muerto en Tlatelolco pereció justo al otro día en que las cámaras captaron al dueño de lujoso auto disparar contra un bar en Polanco. Quizá las cámaras solo están en zonas para ricos.
Otro de los ataques que ha enlutado a la comunidad universitaria es el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien fue cobardemente asesinado, cuando circulaba en su camioneta en Morelos.
Incluso el rector José Narro Robles, acudió a los funerales y demandó que las autoridades realicen la investigación para que se castigue a él o los responsables, y ofrezcan resultados a la brevedad.
La infornación difundida por varios medios es que el investigador Ernesto Méndez Salinas fue asesinado la cerca de las 23:00 horas del martes 8 de noviembre, cuando circulaba a bordo de su camioneta sobre la avenida Teopanzolco, muy cerca de la zona arqueológica.
Se estima que el crimen ocurrió pasadas la 23:00 horas cuando su auto Honda tipo CR-V, placas PWX 30 82 del estado de Morelos fue alcanzado por un vehículo, desde donde sus ocupantes dispararon.
La UNAM incluso envió un comunicado repudiando la muerte del académico, pero esto de nada sirvió, el hombre murió en el mismo estado, donde fue necesario que un poeta dejara la pluma y se convirtiera en peregrino y buscador de justicia, para que la autoridad hallara a los asesinos de su hijo.
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