sábado, 12 de noviembre de 2011

¿POR QUÉ NO INVERTIR?

¿POR QUÉ NO INVERTIR?
Por Adalberto Villasana
La pregunta no tiene respuesta en las esferas del poder. Hasta hoy no hay una buena razón del por qué quienes se toman las decisiones en México se niegan a invertir en educación, ciencia y tecnología. Y cuando el recursos llega a las instituciones educativas y de ciencia se mal gasta o se queda en salarios de funcionarios.
A raíz de la colaboración anterior en fronterasdelaciencia.com un buen amigo, el profesor Silvio Lira Mójica me comentó que, desde su punto de vista, en México “la educación ya cumplió su misión para la clase política dominante, porque desarrollar tecnología en México no le beneficia a esa clase política, porque es mejor negocio para la misma importar toda la basura tecnológica posible, para seguir haciendo negocio en la compra de tecnología chatarra y al mismo tiempo seguir otorgando contratos a empresas trasnacionales por los cuales esa clase política dominante cobra, como ‘socios’ de las mismas o por comisión en los contratos”.
El argumento tiene su lógica por supuesto, y es que hay que voltear la vista a las distintas dependencias mexicanas involucradas, y los resultados no son los que el pueblo de México desearía.
Así el carecer de tecnología propia en todas las áreas, deja a México como un país dependiente y cada vez con un paso más difícil para abrirse paso en el desarrollo mundial.
Además, me decía el profesor Lira, “entre más dependiente sea el país, más negocios se pueden realizar y sacar dinero los mismos connacionales. Como también lo es la pobreza, pues a mayor pobreza y pésima educación más manipulable es el voto del ciudadano”.
Así, la clase política mexicana va de error en error, porque de invertir en educación, ciencia, innovación y tecnología, catapultaría al país a una posición importante en el candelero mundial. Y hay que decirlo claro, una decisión así le significaría más dinero, incluso a los mismos funcionarios, que ahora se llevan “una comisión”, al otorgar jugosos contratos a empresas extranjeras.
Y el cambio hay que empezarlo desde la enseñanza básica, donde la lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo Morales sabe perfectamente bien que, para ella, los profesores no necesitan realizar una formación educativa para sí mismo y para los educando con un sentido social y solidario, porque para ella lo más importante es sólo llegar a tener el poder por el tiempo que ella viva y más allá, y en ese sentido trata de heredarle dicho poder a sus descendientes, el yerno, sus hijas y ahora hasta nietos.
¿Por qué no invertir en educación y ciencia?, quienes toman las decisiones en México deben responder.

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