De Reporteros.
De gran interés ha resultado la XXXIII Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, donde se puede caminar con toda tranquilidad por sus pasillos, luego que las editoriales participantes desplegaron toda una gama de títulos para todas edades y gusto, además que se puede hallar desde textos muy baratos hasta uno que con descuento vale más de 63 mil pesos.
De esta manera por 33 ocasión es organizada esta feria en este recinto de arquitectura neoclásica, que fue construido entre 1797 y 1813, para albergar lo que fue el Real Seminario de Minería, aunque sus pasillos también fueron espacios de los alumnos de la Universidad Nacional, la Escuela de Ingenieros, el Colegio de Minas y el Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Hoy es un museo que pertenece a la Facultad de Ingeniería de la UNAM, y ubicado en la calle de Tacuba frente a la Plaza Manuel Tolsá y frente a la estatua ecuestre de Carlos IV de España, pero también es cada año la sede de esta feria, que luce un atractivo colorido por los miles de títulos que se exhiben desde ayer y hasta el cinco de marzo.
Para darnos una idea de lo que es la Fil del Palacio de Minería La Prensa hizo un recorrido, donde pudo constatar que hay cuentos, novelas, ensayos, libros y especializados tanto de las editoriales más conocidas como de las universidades de todos los estados de la República, así como las casas de estudios superiores: UNAM, IPN, UAM e institutos como el de Ciencias Penales.
En el sitio del instituto de Ciencias penales, Norma Rodríguez comentó que si bien hay títulos para estudiantes, profesores e investigadoras, también los hay para cualquier persona interesada en sus derechos, por lo que comentó existen libros de como actuar ante una detención, hasta donde puede llegar la policía en casos de marchas, o bien como proceder en caso de un accidente, todo apegado al derecho mexicano.
Respecto a las universidades, de especial interés es la de Ciudad Juárez, donde cuya escalada de violencia ahora es parte de su literatura también con libros como el caso Cuting, o su autor natal, José Fuentes Mares, cuya esposa ha muerto este mismo día, cuando se busca difundir los textos de este cuentista, novelista y filósofo, orgullo de Chihuahua.
Esto indica que será toda una aventura entrar a este laberinto de libros, pues en cada pasillo por escondido que parezca hay una editorial y prácticamente en todos los rincones de este Palacio de la arquitectura neoclásica mexicana, hay un tesoro de saber, desde derecho, comunicación, psicología, filososfía, religión, educación entre otros temas, y se pude hallar desde ediciones rusticas a lujosas de la biblia e incluso de vampiros, que es un gusto nuevo entre la juventud.
Ahora es tranquilo, pero se espera que para el fin de semana haya miles de visitantes ya en este lugar donde también hay tutoriales para internet en discos, de manera que el estudiante se ahorra el libro objeto y puede aprender photoshop, corel u otro programa con la compra de un disco original.
Y así como hay libros de literatura de 25 pesos, entre todos estos libros fue posible hallar uno que podría considerarse el libro más caro de la feria, pero también una joya solo para coleccionista, pues en México únicamente hay 20 piezas, de las que ya se vendieron nueve.
Se trata de los cantos de Maldodor con 30 ilustraciones de Salvador Dalí, una obra hecha en España, cuyas piezas han sido notariadas perfectamente en las ciudad de Cataluña para asegurarse que se tienen un auténtico librocuyos grabados fueron hechos en 1933.
Los cantos de Maldodor son seis cantos poéticos publicados en 1869 por Isidore Ducasse, que es más conocido como el Conde de Lautréamont, que habría afirmado en 1890 “Mi poesía consistirá, sólo, en atacar por todos los medios al hombre, esa bestia salvaje, y al Creador, que no hubiera debido engendrar semejante basura”.
Esta obra vale 63,936 pesos, comentó Claudia Salinas al platicar que incluso se entrega esta obra en una caja de madera con tapa de hierro, lo que la coloca como la obra más cara de esta feria, donde el solo andar por sus pasillos es ya una aventura sin fin.
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