Por Antonio De Marcelo Esquivel.
El 31 de diciembre a las doce de la noche termina 2011, o como decían nuestros antepasados, acabamos un ciclo. Así, para iniciar bien los siguientes doce meses han surgido una serie de supersticiones que van desde comer doce uvas antes que terminen las doce campanadas a quitarse los chones en la acera de enfrente y quemarlos para ponerse los nuevos.
En este proceso de iniciar con el pie derecho los mexicanos nos pintamos solos para adoptar costumbres vengan de donde vengan, el chiste es que salgamos ganando, por ello es que mientras agoniza 2011, la población se ha tirado a las calles para buscar lo necesario, de manera que estén listos antes de que el reloj marque las doce y el nuevo año de sus primeros gritos.
Es cierto que el mundo va a sufrir muchos cambios, pero como dicen por ahí, iremos protegidos ya sea con un buen talismán, con nuestras semillas de la abundancia y por si acaso con calzones rojos y amarillos, puesto que siempre es mejor que sobre y no que falte.
Este lapso de campanadas entre el 2011 y 2012 servirán para consolidar nuestros propósitos, pero también para pedir por tener salud, dinero y amor, aunque cada uno tiene su ritual, de manera que usted escoja cual necesita o de plano hágalos todos
RITUAL PARA EL DINERO:
Si usted lo que necesita es “mucho dinero, pero mucho dinero” como dice la canción, El brujo Manuel Valadez nos confió que sólo requiere un plato sobre el que colocará doce monedas que salgan de su bolsillo, ojo, no las pida, que sean suyas. Estas monedas se colocan en circulo, dentro de este una veladora dorada, que es el color que representa el poder económico, la prende y reza una oración además que hace su pedimento, luego toma las monedas y se las guarda en el bolsillo para que nunca le falta el dinero.
PARA LOS MALQUERIDOS.
El sentimiento es algo importante y con el viene el amor, así que si usted quiere que le siga yendo bien pues se baña perfectamente y al salir se aplica un agua donde haya vertido miel y canela, para que siempre le vaya bien. Pero si de plano anda usted arrastrando la cobija, los brujos opinan que lo más fácil es comprar una vela roja, que es el color del sentimiento, se limpia con ella, se enciende mientras se hace el pedimento hacia la persona que más se ama y en un plato se desbarata una rosa roja y se coloca ahí con dos rajitas de canela, una foto con un cuarzo rosa y una piedra de siete metales. Al acabarse la vela se junta todo y se guarda en una bolsita que se carga uno evitando que cualquiera lo toque, para evitar la mala vibra
PARA LA SALUD
Una cosa es importante, la salud, porque sin ella nada se puede, por ello la recomendación es limpiarse con un cirio blanco de arriba hacia abajo, se enciende el cirio mientras se reza un Padre Nuestro u otra oración y se pide para que se vaya cualquier enfermedad y que venga la salud, aclarando que la actitud y la fe siempre son lo más importante.
PARA PROTEGERSE DE LA VIOLENCIA
Respecto a los tiempos de inseguridad que se viven, Don Manuel Valadez platicó a este matutino que un buen amuleto se pude hacer en casa, con solo colocar tres cuarzos blancos en un platón, ahí mismo tres cuarzos rosas, un billete de baja denominación y una vela encendida que se deja hasta que se acabe, claro sin olvidar la oración y el pedimento. Cuando se ha terminado la vela se juntan las piedras y el dinero para ser colocadas en una bolsita de fieltro rojo y listo se tiene un amuleto.
Sin embargo hay decenas de ceremonias para recibir el año con todo lo que se espera, lo que ha llevado ya a muchas personas a comprar sus semillas que esa noche del 31 de diciembre colocaran en la mesa para que no falte el alimento, algunas le ponen miel y siete monedas.
Otros están preparados con su jabón de mandarina para limpiar la mala vibra, el borrego para ponerlo en la entrada, la herradura para este mismo sitio, las maletas para darle la vuelta a la manzana y que vengan los viajes, los billetes para barrerlos en la puerta y que entre el dinero, además de las doce veladoras, una por cada mes, que se prenden antes de las doce campanadas y se apagan luego para prender una a principio de cada mes, porque dicen es necesario recibir el año con luz.
Claro que son muchas las supersticiones, unas moderadas, y otras verdaderamente alocadas como pasar a la acera de enfrente quitarse los calzones viejos quemarlos y regresar a la propia acera a ponerse los nuevos, aunque todas encaminadas a recibir 2012 con la mejor actitud. Feliz año nuevo.
